El nuevo y fragante hogar
La cocina estaba llena de los aromas inconfundibles de mi tierra. Las cebollas y el ajo se cocían en la sartén, liberando su fragancia ácida y familiar. Mientras removía con cuidado el sofrito, observaba a mi novia y a nuestro bebé, que jugaban juntos en la sala. Cada ingrediente que añadía a la receta del mote de queso llevaba consigo recuerdos de mi infancia, de los domingos en casa de mis padrinos, donde toda la familia se reunía para compartir la comida y las historias de la semana, y donde nunca podía faltar una buena totuma de mote. Si había invitados, era inevitable que se desatara la usual discusión por los ingredientes del guiso, pues cada familia tenía su receta, incluso siendo del mismo municipio. En mi casa nos gustaba con hogao de tomate, ajo y cebolla, pero cuando íbamos donde mis padrinos, comíamos gustosos la sopa con bleo y berenjena.
Ahora, de pie en mi cocina del apartamento al que nos habíamos mudado a inicios de semana, me sentía conectado con mis raíces y, al mismo tiempo, construía nuevas tradiciones para mi pequeña y nueva familia. Mi novia, una rola que nunca había probado el mote antes de conocerme, propuso rescatar la costumbre de comer mote los domingos y, de vez en cuando, invitar a alguien para discutir sobre ingredientes y sabores.
El ñame hervía a fuego lento, deshaciéndose lentamente en una textura cremosa y reconfortante. Apagué el fuego y añadí los cubos de queso costeño, cuidando que se mantuvieran intactos, pues en mi casa era sacrilegio que el queso se desbaratara. Serví el mote de queso caliente, un platico de arroz blanco y una cucharadita del hogao que había reservado. Al llevar los platos a la mesa, la sonrisa de mi novia me confirmó que todo el esfuerzo valía la pena. Nos sentamos juntos, disfrutando del fruto de mis manos, mientras el bebé balbuceaba alegremente en su silla. En ese momento, la cocina no solo era el lugar donde preparaba la comida, sino el corazón de nuestro nuevo hogar.
CARIBE / Sopas y caldos
Mote de queso
PORCIONES: 8-10 / DIFICULTAD: Media / TIEMPO PREPARACIÓN: 75 min..
INGREDIENTES
- 2 kg de ñame (blanco o espino), pelado y cortado en cubos grandes.
- 750 gr de queso costeño, cortado en cubos.
- 3 cebollas (rojas o moradas) grandes, picadas.
- 3 tomates maduros medianos, picados.
- 5 dientes de ajo, machacados.
- 1 ají dulce, criollo, topito, sin semillas, picado (opcional)
- 12 hojas de bleo de chupa (bledo) picadas (opcional)
- 200 ml de suero costeño (opcional)
- 4 cucharadas de aceite vegetal.
- Sal al gusto.
PARA SERVIR (OPCIONAL):
- Queso costeño frito.
- Cebollas caramelizadas.
- Guiso (hogao) de tomate, cebolla y ajo.
- Suero costeño.
- Julianas de berenjena frita.
- Plátano maduro frito.
- Arroz blanco.
Preparación
En una sartén, calienta el aceite y sofríe la cebolla, el ajo machacado, el ají y el tomate hasta que se forme un guiso u hogao; agrega sal y pimienta al gusto. Retira del fuego y reserva. Puedes apartar un poquito del guiso para el momento de servir. En algunas familias acostumbran a hacer este guiso usando solo cebolla, ajo y cebollín o cebolla larga, mientras que en otras preparan un hogao básico de cebolla, tomate y ajo, prescindiendo del ají y el cebollín. Experimenta con las diversas versiones del guiso y quédate con la que más te guste.
En una olla grande, pon el ñame, el sofrito del paso anterior, sal y agua suficiente para cubrir el ñame. Lleva a ebullición y cocina a fuego medio-bajo hasta que el ñame esté muy suave y se deshaga fácilmente (aproximadamente 45 minutos). Nunca licúes el ñame para lograr que el mote espese, pues la textura obtenida con la licuadora es sumamente desagradable; en lugar de eso, revuelve constantemente el ñame para desprender sus almidones.
En algunas versiones de esta receta, el ñame se cocina solo con ajo y sal, y el sofrito se agrega justo cuando se ha alcanzado la espesura deseada del mote. Este sería el momento adecuado para agregar las hojas de bleo de chupa, en caso de que así lo desees. Esta costumbre es más típica de los departamentos de córdoba y sucre, y no está tan presente en el resto de la región caribe.
Apaga el fuego y agrega los cubos de queso. Esto se hace con el fuego apagado para que el queso conserve su integridad. Puedes agregar el suero también, pero te sugerimos mejor servirlo aparte para que cada comensal pueda decidir si ponerlo o no en su plato.
Sirve el mote de queso caliente. Aquí te damos ideas de diversos toppings: cubitos de queso costeño frito, julianas de berenjena frita, cebolla caramelizada en julianas, una cucharadita del guiso que reservaste o plátano maduro frito. A nosotros nos gusta solo con el hogao, de la forma más tradicional. Puedes acompañar el mote con arroz blanco.
FUENTES consultadas
- Blanco, Lácydes Moreno. 2012. «Caribe». P. 158 en Colombia Cocina de regiones. Vol. 1. MNR comunicaciones & Ediciones SAS.
- De los Ríos, Estrella, y María Josefina Yances. 2008. «Caribe». P. 25 en Así sabe Colombia. Casa Editorial El Tiempo.
- De Zurek, Teresita Román, Amparo Román De Vélez, y Olga Román Vélez. 1991. «Mote De Queso». P. 238 en Cartagena De Indias En La Olla. Ediciones Gamma S.A.
- Gaviria Arbeláez, Carlos y Universidad de La Sabana. 2016. «Sopas: Espesados». P. 657 en Técnicas profesionales de cocina colombiana. Vol. 1. Bogotá, Colombia: Elsa Cristina Robayo Cruz.
- Ordóñez Caicedo, Carlos. 2016. «Costa Atlántica: Sopas.» P. 305 en Gran libro de la cocina colombiana. Taller de Edición • Rocca®.
- Velásquez, Mariana. 2021. «Mote De Queso De La Niña Lola». P. 37 en Colombiana. Canadá: HarperCollins.